El Orden Interior.
¿Les ha pasado de sentirse livianos después de haber hecho una limpieza a sus closets o a algún espacio en sus casas?
La realidad es que esto habla del efecto que el orden hace en tu mente. Se dice mucho que como te ves por fuera es un reflejo de cómo te sientes por dentro.
Muchas veces es un proceso que toma tiempo pero el primer paso es indiscutiblemente “entrar en consciencia”, hacerse presente en el momento y determinar qué cosas no están funcionando para ponerse manos a la obra y corregirlas.
El orden es algo que puede considerarse subjetivo y muy personal. Hay personas más estrictas en cuanto a la forma en que quieren que todo esté dispuesto, otras que priorizan la funcionalidad y practicidad al momento de tener todo almacenado, en definitiva las claves en común apuntan a un espacio donde no haya nada considerado innecesario o que interfiera con el fluir de la vida y las actividades.
Muchos libros se han escrito al respecto, pero hay uno que resuena hace unos años y es el de Marie Kondo, consultora y escritora japonesa que definió su método como herramienta para motivar a las personas a encontrar un equilibrio entre el orden de sus espacio y su estabilidad mental. Marie Kondo asegura que el resultado es la felicidad. Y eso solo ya es un buen motivo para intentarlo, no?
Detrás del orden hay un propósito que es aún más noble. Ser conscientes que la dinámica del consumismo en la que venimos inmersos durante décadas está haciendo mucho daño no sólo a nosotros sino al planeta. Cada vez generamos más deshechos porque precisamente nuestras posesiones SON DESECHABLES. La comodidad pasó por encima de la responsabilidad y nos permitió hacer vista ciega a lo que pasa con lo que tiramos a la basura.
Aprender a elegir desde el corazón y no desde el impulso, tener lo que realmente es necesario y aprender a encontrar la felicidad en lo que tenemos es el primer punto para empezar a hacer un orden y como mayor reto: MANTENERLO.
Muchas personas incluso dicen que ordenar es su propia forma de hacer terapia.
Así que nosotros aprovechamos para compartirte alguna de las formas o pasos que puedes seguir según Kondo y lo que nosotros hemos aprendido por experiencia propia.
1. Hazte las siguientes preguntas cuando estés empiezas a ordenar cada cosa en tu espacio (casa, trabajo, etc) ¿lo quieres de verdad?, ¿es necesario?, ¿me hace feliz?. Si la respuesta es No, decide con responsabilidad qué hacer con ello. Recuerda que la solución no siempre es tirarlo a la basura.
2. Categoriza los objetos y busca para ellos el mejor lugar. Que sepas dónde encontrarlos y no sea difícil mantenerlos en el mismo orden.
3. Pregúntate con consciencia cada vez que vayas a comprar algo si de verdad vas a darle buen uso y si sus materiales están pensados para durar lo suficiente como para no convertirse en basura pronto.
Encuentra tu propia forma de hacerlo, cada espacio es diferente y personal, pero te aseguramos que el orden que sientas en tu exterior va a potenciar tu paz interior.